viernes, 17 de septiembre de 2010

Vivir un río


Vivir es nacer, crecer y morir como los ríos nacen, crecen y mueren en el mar. El río nace de la tierra en la montaña, del sol en la nieve, o de la ráfaga de lluvia de primavera u otoño. Cada borbotón, cada gota o cada reguero busca su homólogo para hacer el arroyuelo, el arroyo, y el río. En el estuario, el río deja de ser, pero tampoco se hace mar. Canales de agua dulce y otra veces salada se mezclan y entrelazan al ritmo de las mareas. Como escribió Manrique (1)  “Nuestras vidas son como los ríos que van a dar en la mar que es el morir”. Sin embargo, el río se hace también en el mar, en cada gota de nube que luego en forma de hielo, nieve o lluvia con o menos fuerza cae en la tierra día tras día, mes y año.
Viviendo ríos quiere ser río como la gota de agua que abandona el océano. Quiere viajar por cada gruta o manantial de la que el agua corre o dejó de correr en su día. También quiere ser cauce en movimiento, con insectos, anfibios y peces que nadan o andan en el agua, flor de lirio y tallo de junco o enea, miles de seres de agua que dan vida al río escondidos bajo las piedras, en el árbol caído, o entre en el carrizo sumergido.
Viviendo ríos quirie ser río vivo, pero también rio vivido. Quiere ser fuente serrana; noria, matrinche y acequia en la huerta; barca o puente de orilla a orilla y puerto; pero también, hortelano, carpintero de ribera, pecero o barquero; personas y oficios de lo fluvial, de lo vivido en el agua o en la ribera, historias, mitos y leyendas, magia del agua viva y vivida de nuestros mayores y de nosotros mismos.
Viviendo ríos navegará por aguas del Guadalquivir como las ánforas romanas de la Bética o los troncos de Cazorla. Recorrerá el Guadajoz girando con sus ruedas y norias. Cruzará puentes romanos o romanizados por la cultura popular entre tarajes, alamedas y olmedas del Genil. Llamará a Cartujas, como la de Sevilla a pie del Guadalquivir, a la de Jerez en el Guadalete, pero también a ermitas en el río Marbella, junto a carretas que vadean el Quema o el Jándula. Y del sur al Norte, entre paredes verticales y cañones del Sil, pasando por el Guadiana y el Tajo. Del Norte al Levante, con el Ebro, el Júcar y el Segura, contando historias vividas y aprendidas entre ríos de la geografía peninsular.
Naturaleza, historia y cultura, serán los temas básicos de este foro. Cómo río, nace fuerte e impetuoso, caprichoso con el tiempo y a merced de la corriente. Ojalá que ni el estío, ni la memoria nos abandonen y quede seco y preso como otros ríos de la península.

(1) Jorge Manrique (1476). Coplas por la muerte de su padre

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
qu'es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
e más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
e los ricos.

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