domingo, 26 de septiembre de 2010

Pineros, madereros o gancheros

El río es fuente de vida y oficio. Hoy. Creemos que el agua del río se limita a calmar la sed de boca y acequia o a mover turbinas hidroeléctricas. Olvidamos otros servicios y usos del agua que durante siglos han generado también riqueza y beneficio directo.
El río fue siempre medio de transporte de mercancías y personas. De ello daremos cuenta en su momento. Hoy recordamos uno de los usos del río que desapareció a mediados del siglo pasado: el transporte de madera, trabajo, oficio y arte del pinero, maderero o ganchero.


Transporte de madera por el Guadalquivir. Año 1937
Ríos andaluces como el Guadalquivir, Guadalimar, Guadiana Menor y Genil has visto pasar miles de troncos para construir aguas abajo barcos, vías de ferrocarril y viviendas. El pinero con su gancho o percha conducía la maderada de pinos sueltos o en almadías a favor de la corriente huyendo de la orilla y sorteando presas y azudes.


Recreación de las antiguas maderadas en La Gralla (Sierra del Segura). Septiembre 2009. Foto: Yaiza Reid/Juanma Delgado
http://www.miradasdeandalucia.es/blogmiradas/juanmadelgado/2009/11/26/oficios-del-bosque/

El transporte de madera desde las Sierras de Segura y Cazorla por el Guadalquivir y sus fuentes hasta Mengíbar, Córdoba o Sevilla fue una actividad importante durante más de diez siglos hasta finales de los 40 del siglo XX. A pesar de ser un uso recogido en la anterior Ley de Aguas la actividad fue cediendo al peso de comunidades de regantes e hidroeléctricas que año tras año reclamaban la compensación por los daños y perjuicios del cese de actividad ante el paso de la madera. El pago de los derechos de paso, ya establecidos en la Edad Media, los impuestos por el tráfico de mercancías, las indemnizaciones y, como no, las cada vez más y mayores presas construidas en los tramos altos de la cuenca dieron fin a una actividad mantenida durante siglos.
Para profundizar en la forma de vida, así como en origen, volumen y destino de los materiales os recomiendo la lectura de los trabajos de Ricardo Córdoba (1) y Eduardo Araque (2). Sin embargo, para ser pinero o tronco llevado por la corriente os recomiendo la novela de José Luis Sampedro El río que nos lleva (1961), llevada al cine en 1988 por Antonio del Real.

(1) CÓRDOBA DE LA LLAVE, R. (1995). Comunicaciones, transportes y albergues en el reino de Córdoba a fines de la Edad Media. Historia. Instituciones. Documentos, Nº 22, pags. 87-118 (http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=258378)
(2) ARAQUE JIMENEZ, E. Conducciones fluviales de madera desde las sierras de segura y Cazorla (184-1949). Cuadernos Geográficos, 40 (2007-1), 81-105. (http://www.ugr.es/~cuadgeo/docs/articulos/040/040-005.pdf)

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