¿Qué hay, Gorrión? Espero que este año podamos ver por fin la lengua de las mariposas…
Así empieza el cuento de Manuel Rivas que a partir del guión de Rafael Azcona convertiría José Luis Cuerda en la bellísima película La lengua de las Mariposas (1999).
Lengua y flor [1] |
Don Gregorio tenía cara de sapo, como casi todos los maestros que uno conoce cuando apenas levanta dos palmos del suelo. Enseñó a Moncho cosas de patatas, del mundo y de la vida. En sus paseos por el río hablaba de bichos, de libélulas, arañas, y mariposas. La ribera era sitio abierto de excursión y docencia sin otra música de fondo que la del agua entre piedras y troncos, y carreras de niños.
Don Gregorio y Gorrión [2] |
Don Manuel no tenía cara de sapo; Don Emilio sí. Don Manuel fue el que me llevó por primera vez de excursión a un río. Pinos y molinos es lo que recuerdo de esa excursión, aparte los bocadillos, la cantimplora de agua y las escapadas de sus caricatos como a todos nos llamaba. Con esa edad, ya tenía costumbre de pasar el verano metido en acequias de huerta, siesta en catre de panocha, y baños en aguas turbias del Guadajoz. Quizá por eso no me acuerde de las espumas del Guadaira en cada azud, de la espesura y sombra de la ribera sobre los caminos de tierra y escaleras de piedra de Oromana. Cuarenta años más tarde, vuelvo a ver los chiquillos correr entre los pinares y las riberas. Ahora no juegan al escondite, juegan a orientarse con planos y brújulas, que tampoco es malo.
Caminos junto al río. Alcalá (2009) |
Don Emilio nos enseñaba Historia y Sociales. Me acuerdo de Austrias y Borbones, de Guerras de 30 y 100 años, de causa, desarrollo y consecuencia de todo acontecimiento histórico que nos enseño a estudiar dirigiéndose a nosotros con ese terrible a ver Usted, cuénteme…Tampoco recuerdo que Don Emilio nos hablará de ríos, aunque seguro que nos contó más de una historia del Guadalquivir en esa visita el Archivo de Indias. Don Emilio era hombre serio, pero fue capaz de transmitirnos ese amor por la historia tan necesario para conocer un río como saber de bichos.
Archivo General de Indias [3] |
Don Gregorio, Don Manuel y Don Emilio, son maestros, como otros muchos de los que vemos en estos tiempos de ajuste económico manifestarse ante la Delegación o Consejería correspondiente. Son maestros que entre paredes o riberas enseñan a vivir, a sentir la naturaleza y la historia de cada río como algo nuestros, a ser río como mariposas y molinos o barcos en el Guadalquivir, en el Guadaira, en el Guadalete y en otros tantos ríos como vidas de Andalucía.
Protesta docente [4] |
Con el tiempo, tuve la oportunidad de trabajar con el Centro de Profesores de Sevilla, hoy como casi todo el sistema y el resto de los CEPs, pendiente de un hilo. Con Manolo y Paco montamos un curso de formación, El Agua en el Aula, con el que invitamos a los profesores, ahora alumnos, a trabajar el río Guadalquivir. Realizamos el primer y único encuentro sobre La educación y el Río en ese Pabellón de Mónaco reconvertido a foro y centro de formación e investigación en torno al agua, la Estación de Ecología Acuática Príncipe Alberto I de Mónaco.
Estación de Ecología Acuática [5] |
Fueron tiempos buenos, mejores que los de ahora, por cuestión de crisis, de coyuntura o estructura. De actividad frenética con profesores, maestros y alumnos de instituto y colegio, de discusión sana de propuestas educativas en torno al río y el agua, también de descubrimientos y nuevos amigos. Agustín Cuello es uno de esos amigos [6]. Aunque conocía sus trabajos, no tuve ocasión de conocerlo personalmente hasta que participó en una de esas actividades con su llamada de atención sobre el potencial educativo del río. Luego volvimos a encontrarnos en otras reuniones, charlas o seminarios en Córdoba, Baena, Madrid, La Manchuela, Cádiz y, cómo no, Jerez.
Agustín Cuello Gijón [6] |
En Jerez de la Frontera, entre reuniones y proyectos de obra, conocí personalmente a Agustín García Lázaro [7]; antes me había paseado por el entorno de Jerez a través del blog de los hermanos García Lázaro.
Agustí Cuello y Agustín García Lázaro son maestros, igual que D. Gregorio, D. Manuel y D. Emilio, aunque no lleven el Don. Cuello ha seguido su curso empeñado desde la Diputación de Cádiz en convertir el Guadalete y otros ríos de Andalucía en aula como la de D. Gregorio y Gorrión [8]. García sigue con sus alumnos en Jerez, transmitiéndoles la misma pasión por su tierra y el Guadalete como la que muestra con su hermano en el blog [9].
Agustín García Lázaro [7] |
Escuela de Alcalá, 1933 [10] |
Sirva esta entrada como homenaje a D. Manuel y D. Emilio, maestros de colegio de vieja escuela; a Agustín Cuello y García Lázaro, maestros y docentes de la didáctica; y a todo los D. Gregorio de cuento y realidad que siguen trabajando con sus gorriones entre ríos y riberas abiertas.
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