martes, 21 de julio de 2020

El Esquema de Temas Importantes de la Planificación Hidrológica en el Guadalquivir


Con la entrada en vigor de la Directiva Marco del Agua (DMA, diciembre 2000), la política de aguas tuvo que enfrentarse a nuevos retos. La planificación hidrológica incorporó nuevos objetivos y principios de acción relacionados con la ecología, la economía y la gobernanza del agua que, aunque tratados de una u otra forma en los planes hidrológicos anteriores a nivel nacional y cuencas hidrológicas, representaron un cambio radical en las formas de ver y hacer en la gestión del recurso hídrico.


Esta política de aguas más verde, racional y abierta, se concretó en un ejercicio inicial de transposición de los principios de la DMA en cada cuenca y la incorporación a la planificación hidrológica de los nuevos ámbitos de gestión como las masas de agua y objetivos como el no deterioro adicional y recuperación de su estado o potencial ecológico, la recuperación de los costes de los servicios del agua y la participación activa.

Coincidiendo con el 20 aniversario de la DMA, la planificación hidrológica pone en marcha los trabajos preparatorios de un nuevo ciclo de planificación (2021-2017), el tercero tras los correspondientes a los períodos de 2016-2020 (segundo ciclo) y 2009-2015 (primero).

Como elemento fundamental de la planificación hidrológica, El Esquema de Temas Importantes recoge los aspectos clave a desarrollar en el próximo Plan Hidrológico de Demarcación. La formulación y presentación pública del correspondiente Esquema Provisional pone en marcha el nuevo ciclo y abre la puerta a la participación de usuarios y ciudadanos.

En el caso de la demarcación del Guadalquivir venimos participando en las jornadas que hasta la fecha se han realizado con relación al nuevo ciclo de planificación [1], incluida presentación online del Esquema Provisional de Temas Importantes del pasado 31 de marzo. En su día anunciamos nuestro compromiso de contribuir como colectivo de profesionales en torno al desarrollo de este nuevo ciclo planificación hidrológica así como al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el ámbito de la Agenda 2030 [2], y coincidiendo con la celebración del día meteorológico mundial en torno al lema de este año (Clima y Agua) presentamos en el blog uno de los temas propuestos, EL MANTENIMIENTO DE LA GARANTÍA EN UN CONTEXTO DE INCERTIDUMBRE CLIMÁTICA [3].

En próximas entradas abordaremos el resto de temas; mientras recordamos que el proceso de participación sigue abierto hasta el próximo 30 de octubre y pasamos enlace a las cuestiones planteadas por los participantes en la presentación inicial y las respuestas del organismo de cuenca [4].

+INFO

[1] CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADALQUIVIR. Demarcación hidrográfica del Guadalquivir. Tercer ciclo de planificación (2021-2027)

[2] VIVIENDO RÍOS (30/03/20). PlanificaciónHidrológica (2021-2027)


[4] CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADALQUIVIR (2020).  plazo para presentar sigue abierto plazo para , n motivo del día . Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir Revisión de tercer ciclo (2021-2027) Esquema Provisional de Temas Importantes. Cuestiones pendientes de respuesta en elseminario Web 31 Marzo 2020

viernes, 17 de julio de 2020

Los Buzos o Maestros del Agua del Guadalquivir


Tal día como hoy, 17 de julio, de 1773 La Sociedad Literaria de Sevilla, institución ilustrada contemporánea a la Real Sociedad Económica de Amigos del País, hace pública su instrucción sobre el modo y medios de socorrer a los que se ahogaren, o hallaren en peligro en el río de Sevilla.


Comprometida con el desarrollo ilustrado de la ciudad y como remedio a la problemática recurrente de los ahogamientos en verano, la Sociedad presenta al ayuntamiento hispalense una propuesta dirigida al socorro y salvamento de los bañistas, incluyendo la delimitación de zonas de baño mediante estacadas y señales con la debida separación de ambos sexos; y la creación de un cuerpo veraniego de salvamento y auxilio formado por personas hábiles y prontas, que por su oficio y en fuerza de su obligación, sacaran del río a los accidentados y otras que acudieran con diligencia aplicarle los remedios oportunos.

Nos ocupamos en esta entrada de los Buzos o Maestros del Agua responsables de la prevención y el socorro inmediato. Próximamente atenderemos las instrucciones dirigidas a otras instituciones y personal que continuarían la labor asistencial al ahogado, como los enfermeros del Hospital de la Caridad, médicos y cirujanos.

Los Buzos o Maestros de Agua del Guadalquivir

Tal y como se recoge en la edición impresa del documento [1], los Buzos o Maestros del Agua eran, hombres de mar y hábiles nadadores bajo las órdenes inmediatas del Capitán del Puerto, que ejercían el oficio desde las orillas del río durante la temporada de baños en horario de cuatro de la mañana hasta las diez de la noche (Artículo I). Con el objeto de dar asistencia temprana dos buzos se repartían el trabajo en otros tantos tramos del Río: aguas arriba desde el puente de barcas hasta la Ermita de la Concepción en la Macarena y abajo hasta San Telmo (II).

Como tarea previa a la apertura del Baño los buzos deberían reconocer todos los años el lecho (suelo) del río tras las aguas y corrientes del invierno, escogiendo los sitios más iguales, con menos hoyos y con menos peligro para los bañistas para delimitar los correspondientes Bañaderos (III).
Cada Buzo cuidaba de que nadie se bañara fuera de hora y paraje que los señalados para los de su sexo, acudiendo a la Autoridad Portuaria o a la Tropa que auxiliaba a los Ministros de Rentas de la Garita de La Barqueta para su prendimiento (IV). Los muchachos, solos o en pandilla, no podían acudir al bañadero, a no ser que lo hicieran acompañados de sus padres, parientes o persona adulta a su cuidado durante el baño, pues muchos venían a aprender a nadar sin mucho éxito y trágico final (V). Evitaban también la práctica común de atravesar el río a nado como apuesta y frivolidad, pues se consideraba la más ordinaría causa de ahogamiento, estando castigado su incumplimiento con un mes de cárcel (VI).

Además de estas tares preventivas y policía , los buzos debían de estar alerta a detección y atención de algún posible bañista en apuros y en el peor de los casos a la búsqueda del ahogado (VII). Para acelerar la tarea del rescate los buzos andaban vestidos con su uniforme, chaqueta y calzones de lienzo que les llegaba poco más debajo de la rodilla, para echarse al agua al instante (VIII), y llevan cuerdas (cabos) para arrastrar al afectado o víctima (IX). Contaban también con un caracol de campo (silbato) para avisar el compañero y al resto de personas implicadas en el rescate y el auxilio (X). En el caso de que el ahogado no fuera encontrado se contaba con una red orilla a orilla en San Telmo para recoger el cuerpo arrastrado por la corriente al final del bañadero (XI).

Los Buzos tenían salario base pero para excitar más su celo, se les ofrece además una gratificación por cada servicio: 100 reales de vellón por cada ahogado vivo que se pusiera en tierra en menos de un cuarto de hora, 50 si no llegaba a la media hora y 25 si pasaba (XII). El Capitán del puerto era el responsable de verificar este tiempo y ordenar el pago de la correspondiente gratificación (XIII), individual o repartir, en caso de auxilio, con el compañero (XIV). El salario era costeado por los fondos públicos pero las gratificaciones corrían a cargo de los familiares del ahogado (padres o maridos) con medios, o de no tenerlos, de los caudales del común (XV).

Barcas y barqueros estaban a disposición y obligación de apoyar a los buzos, de forma especial la Barca de los Ministros de Rentas (XVI). También estaban obligados a participar en el auxilio el personal de la garita de la Barqueta y Almacén de Segura que a la voz de alarma del caracol del buzo hacían sonar las correspondientes campanas de aviso para que el personal del hospital de la Caridad respondiera de acuerdo con sus instrucciones especificas (XVII).

+INFO:

Instrucción sobre el modo y los medios de socorrer a los que se ahogaren o hallaren en peligro en el río de Sevilla. Imprenta del Doctor Don Geronymo de Castilla.1773. 32 pp. Reproducción digital del originalconservado en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla.


miércoles, 15 de julio de 2020

La gestión cultural de los ríos


En el ámbito de la planificación hidrológica los ríos son masas de agua de carácter natural o muy modificadas que de acuerdo con la Directiva Marco del Agua deben alcanzar unos determinados objetivos de calidad ecológica según su tipología: el buen estado o potencial ecológico. Los ríos forman parte también de los sistemas de explotación de la cuenca o la demarcación hidrográfica correspondiente; su aprovechamiento como recurso hídrico está condicionado por el cumplimiento de los objetivos medioambientales así como los criterios de gestión de ajuste oferta-demanda de agua entre diferentes sectores de usuarios.



Sin embargo, más allá de lo ambiental y lo hidráulico, los ríos son mucho más. Así, en el ámbito del paisaje, el fluir del agua dibuja líneas y bandas de diferente textura y forma que destacan en el fondo árido o semiárido de nuestro entorno; en el de la salud, espacios terapéuticos donde reponer cuerpo y espíritu; y en el del ocio y el deporte, escenarios naturales o seminaturales de actividad recreativa o práctica deportiva. Los ríos, como ecosistemas naturales o transformados, ofrecen diferentes bienes y servicios, que pueden ser evaluados desde diferentes perspectivas sectoriales y un principio general: el desarrollo sostenible.


Desde la cultura, ahora también pilar fundamental de la sostenibilidad, los ríos son fuente de inspiración de la creación y recreación cultural; objeto de estudio histórico y antropológico de un determinado territorio o una comunidad; elemento fundamental de un paisaje cultural; y ámbito particular de patrimonios específicos como el arqueológico, el industrial, el etnológico y el documental.


Como sistema complejo, la gestión del río, debería de superar modelos de gestión monocolor. El verde de la política medioambiental, el gris de la infraestructura y el azul del recurso hídrico están obligados a entenderse y mezclarse en una misma mesa y paleta, a la que habría que añadir el nuevo tono o al menos matiz anaranjado de la cultura. Así, la declaración de un molino o una central hidroeléctrica como Bien de Interés Cultural no debería ser ejercicio de patrimonialización exclusivo de la política cultural ni excluyente de la medioambiental ni la de aguas. En el otro sentido, tanto de lo mismo; la restauración de un molino (protegido o no) tampoco debería ser proyecto exclusivo de ingeniería y excluyente de la intervención arqueológica y la aproximación historiográfica y documental.


Esto que en teoría parece fácil, lógico y obligado en el ámbito de la optimización de la inversión pública, así como en el de la cooperación interadministrativa y territorial, en la práctica resulta complicado y, salvo ejemplos puntuales, tarea casi imposible. El técnico de cultura no entiende o atiende razones ambientales para liberar ríos, el de medioambiente tampoco de la importancia de esta o aquella presa romana, y el de la comunidad de regantes porqué unos y otros se empeñan en hablar de patrimonio cultural y natural cuando lo que en realidad importa según sus usuarios son nuevas infraestructuras de regulación y más agua para fijar la población al territorio y llenar la España vaciada.


Desde Viviendo Ríos alentamos la idea del Río Vivo y la Biodiversidad, también la del río como oportunidad y recurso de desarrollo económico responsable sea desde el regadío, la producción energética o el turismo, pero sobre todo, reivindicamos la del Río Vivido y la Cliodiversidad. Reclamamos un ámbito nuevo de la gestión fluvial desde la cultura con carácter complementario (y por tanto necesario) en el que el río (a escala de cuenca o tramo) debería ser motivo de encuentro de diferentes visiones y expectativas, pero también de recuerdos, historias y patrimonio común. Ahora en plena revisión de la planificación hidrológica es el momento de compartir y decidir problemas y estrategias de acción a corto, medio y largo… TAMBIÉN DESDE LA CULTURA.